La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial le dio el visto bueno a la cadena de medicamentos genéricos de uno de los hermanos González Torres (Víctor), para que use el nombre y el logo de “Dr Simi”.

El local del barrio de Constitución de las «Farmacias del Dr. Simi» que centralizó la «ceremonia» de destape de nombres y logos de las marquesinas, fue un hervidero de gente. Es que fiel al estilo populista que el ex candidato a la presidencia de México y dueño de la cadena farmacéutica gemela a la del «Dr. Ahorro» impone a sus actos, celebró la decisión judicial regalando pastas dentales, jabones de baño o papel higiénico. Todo, en un marco de alto voltaje festivo donde la música de fondo fue protagonista y también los globos y el tradicional muñeco de Dr Simi.

Ahora, con el camino despejado y seis puntos de venta abiertos en la Argentina, la compañía de Víctor Gonzalez Torres piensa seguir dando batalla contra la de su propio hermano. La empresa tiene presencia en los barrios de Constitución, Congreso, Plaza Once, El Abasto, Tribunales y en la esquina de Pueyrredón y Córdoba. Sin embargo, sus directivos se lamentan por la limitación a la apertura de nuevos locales que aún tienen «atorados» en el Ministerio de Salud. José Luis Ponce Robles, gerente de ventas de la división internacional afirmó a Infobae que sigue en pie el plan de de aperturas que incluye 200 puntos de venta en los próximos dos años.

Mientras tanto, el «Dr. Ahorro» su principal competidor, seguirá con la batalla legal, después de haber inaugurado su punto de venta número 40. Javier González Torres, quien desembarcó en el 2002 apenas desatada la devaluación, pone bajo sospecha la decisión de la Justicia que “fue tomada en apenas unas horas”.

Desde su búnker, afirman que en dos instancias previas, les dieron la razón ante sendas medidas cautelares que presentaron. Ahora, en lo que ya es una tercera instancia, el fallo es contrario.

La Cámara «debería analizar todos los descargos con mucho cuidado», sin embargo, en este caso, «lo resolvió todo en un día cuando este tipo de trámites tardan un promedio de tres meses», se quejaron.

 

 

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