Los gremios del transporte declararon una contundente adhesión al paro convocado para mañana jueves 10 de abril. Por esto, que más allá de las posiciones a favor o en contra de la medida, la mayoría de la gente se verá imposibilitada de llegar a sus lugares de trabajo.

Los gremios enrolados en la CGT liderada por Antonio Caló no se suscriben a la medida. Es así que los operarios y el personal de planta que están nucleados en la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) conducida por Carlos West Ocampo no adherirán a la iniciativa.

Mientras tanto, los agentes de propaganda médica (APMs) que militan en la CTA de Pablo Micheli se pliegan al paro impulsado por la CGT de Hugo Moyano.

El eslabón de la distribución se verá marcadamente afectado debido a que las cuatro grandes distribuidoras trabajan con operadores logísticos, cuyos choferes están bajo el ala de la Federación de Trabajadores Camioneros y Obreros del Transporte Automotor de Cargas, Logística y Servicios, conducida por Moyano. Ver artículo.

En las droguerías, donde los trabajadores siguen enrolados en el gremio de Sanidad, -y que están en pleno conflicto de encuadramiento sindical con el gremio de camioneros- no se adhieren. Sin embargo, la estrategia de plantar piquetes por toda la ciudad paralizará de alguna forma el movimiento de mercaderías.

En el eslabón de las farmacias, la Federación Nacional de Empleados de Farmacias conducida por Víctor Carricarte, que forma parte de la central de Caló no se sumará a la protesta.

Mientras tanto, sus pares de FATFA, el otro sindicato de empleados de farmacia conducido por Roque Garzón tampoco se sumará al paro.

 

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