Los rangos de precios de los más de 50 productos que hay para combatir las jaquecas pueden variar según la farmacia y si se trata de un genérico o de uno de marca

El mercado de los analgésicos también entró en una agresiva batalla de precios. El que comenzó marcando el terreno fue Sidus, que posiciono su presentación en blister de tafirol a $1. Fue la época de la posdevaluación, cuando los consumidores comenzaron a demandar los analgésicos en forma fraccionada y de a poco fue dejándose de lado la tradicional venta «en caja». A esta altura, son varias las compañías que promocionan sus marcas en este formato e incluso la mayoría le ofrece a las farmacias los «exhibidores dispenser» para que los consumidores puedan tomar sus analgésicos favoritos de forma individualizada.

Al mismo tiempo, los rangos de precios varían en forma considerable según se trate de «genéricos» o marcas y también claro, de políticas comerciales. Para el caso de la aspirina en concentración de 500 miligramos, son varias las empresas que presentan sus packagings en cajitas de 100 comprimidos.

Empujón

Por caso, la Aspirina Duncan cuesta $8.80; la Aspirina del cordobés Vent 3 $9,60; Geniol SC sin Cafeína del británico GlaxoSmithKline $10; la Aspirina del laboratorio cooperativo Fecofar $9,83; la Aspirina 0.50 Gin-sex cuesta $10.39 y la Bayaspirina de Bayer $12,98. Todos estos precios son los oficiales y son los publicados por la revista Kairos, que todas las farmacias tienen sobre el mostrador para consultar en forma permanente durante las transacciones diarias.

Claro que además los laboratorios iniciaron una fuerte y agresiva de venta que se basa en promocionar fuertes descuentos sobre los «precios de lista«. Dicen que de esta forma ayudan a incentivar a los puntos de venta a empujar determinadas marcas sobre el consumidor.

Genéricos cordobeses invaden el país

Otro laboratorio que da fuerte pelea es el laboratorio cordobés Vent 3 que a raíz de una fuerte campaña durante el año pasado, logró 40% de participación en el mercado mediterráneo donde tiene su operación central. Algunos generistas también salieron a competir con marcas. Y posiblemente el caso más curioso sea el de Nuevapina, un producto del laboratorio cordobés Fabop cuyo packaging aplica los mismos colores y una estética muy similar a la de la familia de Bayer.

También los Rodriguez Saá en San Luis se metieron en la pelea, con un laboratorio estatal que compite en el mercado -bajo el nombre de Laboratorios Puntanos. La cobertura de las necesidades sanitarias de la provincia le significarán en una primera instancia a la fabrica, el 50% de su producción, mientras que la mitad restante se destinará a su comercialización a nivel nacional, a través, principalmente, de la firma de convenios con el resto de las provincias.

Por Cristina Kroll

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