La empresa farmacéutica ampliará su flamante planta de Pocito. En total, habrá desembolsado $26 millones durante los próximos dos años. Como sus competidores, apunta a los mercados externos y a productos especializados

Hace menos de un mes, el laboratorio argentino Raffo anunció con bombos y platillos la inauguración de su segunda planta en la Argentina. Pero no se quedó en esa iniciativa.

Ahora pretende ampliar la producción con una nueva línea de productos. En la provincia cuyana ya lleva invertidos u$s12 millones para darle forma a medicamentos oncológicos y otros pertenecientes a más de sesenta especialidades terapéuticas como psiquiatría, urología, ginecología y traumatología. Con los oncológicos, el laboratorio está apuntando al grupo de productos que tienen el nivel de precios más alto en el mercado y también la más alta rentabilidad.

Especialización

El marketing de esta categoría se dirige a los prescriptores especializados, por lo cual la compañía tendrá la chance de trabajar con un target reducido de médicos, que son los que deciden qué producto tomará cada paciente. El PAMI es el mayor consumidor de oncológicos, por lo cual a través de la seguridad social puede asegurarse un volumen de ventas de importancia, siempre que le cobren. «Del total de la producción, los oncológicos conforman 35% de nuestra cartera«. afirma Julio Rodríguez Espósito, el presidente de la compañía.

Con los oncológicos está apuntando al grupo de productos que tienen la más alta rentabilidad

La planta de Pocito, San Juan, está buscando concentrarse en las exportaciones. A México y Uruguay ya se están enviando partidas y en las próximas semanas se iniciarán los despachos a Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Chile, Venezuela, Turquía y Marruecos.

Con esta movida, la pequeña ciudad sanjuanina encontró cierta reactivación: el laboratorio contrató a más de cien personas, y si el área de inyectables toma forma definitiva, integrará a otros cien empleados.

Esta es la primera planta de producción farmacéutica que se instala en esa provincia gracias a los estímulos fiscales: están exentos del Impuesto a los Ingresos Brutos. En la ciudad sanjuanina podrán fabricarse 170 millones de comprimidos anuales. Los edificios nuevos ocupan 5 hectáreas. Uno de ellos, de 704 metros cuadrados, será destinado a los oncológicos, y otro, de 4.013 metros cuadrados, a la producción farmacéutica general. En la actualidad, el laboratorio tiene su planta central en Villa Martelli y con esta nueva expansión estaría empleando a más de 600 personas.

Raffo opera en el mercado hace ciento siete años. Es líder en el grupo de los digestivos. Pankreoflat AD vendió 322 mil cajitas el año pasado y facturó u$s2,4 millones. Detrás está Gador, con Biletán Enzimático, y una facturación de u$s2,1 millones. El podio lo completa Pulsar Enzimático, de Phoenix, con u$s1,45 millón. De todas maneras, su producto estrella es Paracetamol. Raffo, aunque también tuvo un alto impacto cuando lanzo al mercado la droga bupropion, bajo el nombre de Odranal, un tratamiento contra la adicción al cigarrillo.

El laboratorio forma parte de Disprofarma, la distribuidora fundada por Bagó en 1978, que aprisiona el 34% del volumen de ventas total del sector. Allí se dan cita los internacionales Eli Lilly, Schering, y Pharmacia y los locales Andrómaco y Gramón, entre otros.

Por Cristina Kroll

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