Las formas farmacéuticas más amigables y menos agresivas con el organismo están avanzando. La industria pone foco en formatos que intentan aggiornarse para brindar mayor bienestar a las personas.

Analgésicos masticables para los niños, anticonceptivos en forma de parches y hasta fármacos para la erección que no necesitan agua para ser consumidos aparecen en el mercado con la idea de desembarcar amigablemente en el organismo.

Es que cada se destinan más recursos para encontrar soluciones terapéuticas para que los pacientes no tengan que sumar otro momento doloroso al de por sí molesto hecho de estar enfermo.

En respuesta surgieron las modernas cápsulas blandas para reemplazar a las tradicionales pastillas blancas redondas e intragables en la infancia. Son lo que técnicamente se denominan “softgel” que cada vez tienen más aceptación entre pacientes y profesionales de la salud.

Las cápsulas blandas fueron popularizadas por GlaxoSmithKline, que ganó adeptos con Actron. Y el laboratorio nacional Bagó impulsó esta moderna forma farmacéutica con el Anaflex.

El avance de las cápsulas blandas de gelatina se vio reflejado en una encuesta global realizada a consumidores de Argentina, Australia, Brasil, Gran Bretaña y Estados Unidos entre 1993 y 2004 cuando evaluaron los atributos de comprimidos, cápsulas duras de dos piezas y cápsulas blandas.

Los encuestados dieron su veredicto y coincidieron en que los comprimidos tradicionales son simples, pueden partirse en dos, son económicos y poco atractivos para los niños. Aunque también cuentan con varios aspectos negativos: son difíciles de tragar, son secos y tienen “gusto feo”.

Ya son corrientes las cápsulas como antiinflamatorios y analgésicos.

Modernas

Los mismos entrevistados dijeron que las cápsulas duras de dos piezas son más fáciles de digerir que los comprimidos tradicionales y que son convenientes porque “pueden mezclarse con las comidas”. Aunque también las pusieron en jaque al plantear que “pueden ser adulteradas”. La muestra, que incluyó a 250 participantes locales, afirmó al mismo tiempo que las cápsulas de gelatina blanda “son fáciles de tragar”, son insípidas -razón por la que no dejan sabor residual-, son “naturales” y también modernas.

Otro claro ejemplo son los parches transdérmicos, cuyo uso más popular es de la nicotina que se suministra para que los consumidores dejen de fumar. También se usa como anticonceptivo. Y tiene sus ventajas: disminuye la tasa de olvidos al cambiarse una vez por semana mientras que la tradicional píldora requiere de una toma diaria.

Según voceros de 3M, su fabricante, “en la actualidad es corriente utilizar los parches para antiinflamatorios, hormonas, analgésicos y otros fármacos”.

Ahora también se pusieron de moda las presentaciones masticables por una fuerte compaña para difundir el sildenafil, droga patentada por Pfizer para mejorar la erección. Otro caso son las presentaciones unidosis que se deben tomar una sola vez por día y que ayudan a que los consumidores no se olviden de su medicación y por lo tanto no corten sus tratamientos. Como novedad también se ofrecen las cápsulas de liberación prolongada.

Frutilla y dulces

En masticables se destaca el laboratorio Elea que el año pasado lanzó las “Ponstinetas”, un producto con formato de frutilla. También los laboratorios Roemmers y Finadiet lanzaron en forma masticable la droga patentada por Pfizer para mejorar la erección.

Por Cristina Kroll

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