El acuerdo del PAMI, que vencía días después de que las nuevas autoridades pusieran un pie en el gobierno, se renovó por un año. Así, la industria intercambió “tiempo por dinero”. Pero la jugada salió mal. Más tarde el trato no se cumplió. Y ahora todo está empantanado.

En el último día hábil del 2016 se impone un resumen, a modo de pantallazo, de los hechos más importantes del año, y que fijaron la agenda de la industria farmacéutica en el país.

El PAMI, las negociaciones paritarias, las renovadas pujas con el nuevo gobierno, y el aggiornado escenario de negociaciones marcaron sin dudas, la dinámica del sector, el que no se mantuvo quieto, en ningún momento.

El primer gran cambio del año había empezado en enero de 2016, con la estrenada presidencia de Mauricio Macri. Esta nueva etapa se inauguró en conjunto con las altas expectativas del sector empresario y también claro, de la industria farmacéutica. Todos suponían que la nueva gestión de gobierno llegaría con  la «sintonía fina» para entender las necesidades reales de las empresas.

En un escenario de plan B, el gobierno amenaza con abrirle el grifo a los medicamentos genéricos provenientes de la India. ¿Quién pierde y quién gana? Los laboratorios que conocen el paño, saben de memoria que el gobierno no contaría con el soporte para realizar la distribución sin la pata de la industria. Sin embargo, no están seguros de correrse. 

Sin embargo, poco a poco fueron apareciendo viejos y nuevos problemas. El acuerdo del PAMI que estaba por vencer decidió renovarse por un año. Así, la industria intercambió «tiempo por dinero». El nuevo titular del organismo, Carlos Regazzoni, dijo que el PAMI estaba desbordado y pidió bajar los costos de los medicamentos a cambio de ponerse al día con los pagos que venían realizándose a cuentagotas.

Luego Regazzoni se paró sobre un número fijo del que dice no puede correrse. Afirma que el organismo no tiene más de $2.500 millones para desembolsar por mes. De modo, que el nuevo gobierno comenzó a repetir las mañas de la gestión anterior y el acuerdo entró en una zona borrascosa.

Claro que este diciembre de 2016 le daría la oportunidad a la industria de barajar y dar de nuevo. Pero no. La cuerda sigue más que tirante y la única salida que se encontró, a modo de atajo, fue poner la firma para renovar el convenio hasta el 31 de enero de 2017.

En un escenario de flacas inversiones, algunos laboratorios nacionales dieron la nota. En el último mes del año, el laboratorio nacional Bernabó cortó las cintas de la mega planta que montó desde cero en Tortuguitas. Desembolsaron un poco más de $400 millones.

Todos los laboratorios dicen que «los números no cierran». Desde los grandes jugadores hasta los más pequeños. Pero claro, nadie quiere sacar los pies del plato, porque a muchos, el PAMI les representa un gran porcentaje de su facturación.

De todas maneras en el seno de las Cámaras los contrapuntos se tornaron más que picantes entre quienes abogan por seguir negociando y quienes quieren darle un corte definitivo a este acuerdo que consideran leoninoVer artículo.

En un escenario de plan B, el gobierno amenaza con abrirle el grifo a los medicamentos genéricos provenientes de la India. ¿Quién pierde y quién gana? Los laboratorios que conocen el paño, saben de memoria que el gobierno no contaría con el soporte para realizar la distribución sin la pata de la industria. Sin embargo, las Cámaras no están dispuestas a romper. Se sigue negociando bajo un ambiente hostil, y sin lograr encontrar coincidencias.

Los recortes estuvieron a la orden del día. Aunque el gran protagonista fue sin dudas, el anglosueco AstraZeneca. La multi hizo un recorte de envergadura de la mano de su nuevo CEO, Gustavo Mizraje. Y como si fuera poco ya dijeron que van a ir por más. Anunciaron el cierre de su planta local de inyectables

Aunque hubo quien ya fijó postura y salió a diferenciarse. Se trata del laboratorio danés Novo Nordisk, quien avisó que se bajaba del convenio, por decisión directa de la casa matriz. ¿Encontrará eco entre sus competidores?. Todos intentan negociar contrareloj pero este tema parece no tener marcha atrás.

Consumo, Paritarias y más

Por supuesto que no todo es PAMI, pero a un gran número de compañías este convenio le resulta gravitante y sí le mueve el amperímetro. Por fuera del mismo, la recesión en el consumo le pegó de lleno a la industria y al retail de farma y cosmética. Fundamentalmente esta última acusó recibo y tuvo que buscarle la vuelta.

La nacional Roux Ocefa entró en convocatoria de acreedores y marcó el inicio de su agonía. Con dos plantas de producción inactivas y cerca de 200 empleados sin actividad, la empresa tiene sus días contados. Esto a pesar de que distintos grupos nacionales intentaron realizarle un salvataje.

Los tickets sintieron el impacto en la facturación y fue por eso que salieron a defenderse con combos de descuentos para así frenar la caída.

Y en el balance general, a la industria de farma no le fue tan mal. Según auditorías, las transacciones a través del canal farmacia, presentaron en el primer semestre signos positivos. Aunque, en el segundo semestre todo se empezó a desmoronar. Pero hay una buena noticia: la combinación del primer y el segundo semestre, terminarán arrojando guarismos más que razonables. Se estima que la caída anual de ventas será cercana al -2% en volumen y la facturación habrá registrado un alza cercana al 43%.

Las paritarias mientras tanto, fueron otro de los temas centrales de la agenda del sector. Aunque hubo escenarios distintos de acuerdo al enrolamiento de los diferentes gremios. El sindicato FATSA, que más tarde formó parte del triunvirato en la nueva CGT reunificada, le puso la firma a sendos acuerdos paritarios durante el primer trimestre. Mientras que, en la otra punta, la paritaria de los APMs todavía sigue abierta, constituyéndose en la única paritaria de entre todos los sectores de la economía, que no encontró consenso. Ver artículo.

¿Y la lluvia de inversiones?

El tema de la propiedad intelectual tuvo “mucho ruido y pocas nueces” durante el 2016. El gobierno sentó a alguien del palo «pro patente», pero todo se diluyó. La industria nacional salió a marcar terreno y nuevamente el tema quedó frizzado bajo falsos amagues de cambios.

Los fondos frescos y genuinos fueron el gran tema de la agenda económica del país. En ese escenario, muchas empresas se adelantaron para anunciar desembolsos, muchos de ellos «inchequeables». Por eso, lo que resaltamos en este resumen, son algunas de las inversiones tangibles.

Entre las multis una que salió a marcar terreno fue la alemana Bayer. Anunció una inversión de u$s 100 millones para el próximo lustro con la idea de ampliar su planta de vitaminas ubicada en el Parque industrial de Pilar. Ver artículo. Otra europea que levantó la mano fue la francesa Sanofi que invertirá $300 millones (u$s 18.8 millones) en la ampliación de la capacidad productiva de su planta también ubicada en Pilar. Ver artículo

Entre las empresas farmacéuticas locales, la que llevó adelante una mega iniciativa, que se había gestado durante el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue el laboratorio nacional Bernabó. En el último mes del año, la empresa cortó las cintas de su nueva planta ubicada en Tortuguitas. La misma le significó una inversión cercana a $400 millones (u$s 25.1 millones), financiada con un mix de recursos genuinos y un Crédito Bicentenario. Ver artículo

La ANMAT también fue protagonista durante el 2016, en función del reentré de Carlos Chiale al frente del organismo que decide sobre las regulaciones claves del sector. La trazabilidad fue uno de los temas en foco, para el que se barajó y dio de nuevo.

Otra que puso fichas fue Droguería del Sud, que inauguró el Centro de Distribución Central ubicado en el partido de Avellaneda. El mismo se convirtió en el centro neurálgico para su armado de distribución. La firma invirtió $400 millones (u$s 25.1 millones), los que tuvieron su origen en fondos genuinos combinados con créditos bancarios. Ver artículo

Entre los laboratorios que enfrentaron problemas financieros se destaca el nacional Roux Ocefa. En el mes de agosto la compañía oficializó su convocatoria de acreedores, aunque había entrado en una etapa de gran deterioro, bastante tiempo atrás. Ver artículo

Fueron varios los laboratorios nacionales que acudieron en su rescate, en función del peso que supo tener y de sus marcas emblemáticas. Pero todo quedó trunco, cuando se enfrentaron cara a cara con la documentación real y lo más importante, con la pésima gestión de la familia Roux.

Las paritarias fueron otro de los temas centrales de la agenda del sector. Aunque hubo escenarios distintos de acuerdo al enrolamiento de los diferentes gremios. El sindicato FATSA, que más tarde formó parte del triunvirato en la nueva CGT reunificada, le puso la firma a sendos acuerdos paritarios durante el primer trimestre. Mientras que, en la otra punta, la paritaria de los APMs todavía sigue abierta, constituyéndose en la única paritaria de entre todos los sectores de la economía, que no encontró consenso.

Otro que eligió la vía de la convocatoria fue el también nacional HLB Pharma, capitaneado por Hernán López Bernabó. La empresa optó por vender paulatinamente, casi todos sus activos claves. La operación más resonante fue la que incluyó el cambio de manos de la sede central de sus oficinas en San Isidro. ¿El comprador? Un impensado. Fue el diario La Nación, quien se hizo de la sede para darle un destino inmobiliario. Ver artículo

Recortes, personal y más

El gobierno de Mauricio Macri había instalado al segundo semestre como el período de la «recuperación económica» en la Argentina. Sin embargo, la reactivación esperada nunca comenzó. Y a esto se sumaron los despidos en el ámbito privado, que se constituyeron en otro indicador de referencia durante la primera parte del año. En esta materia, la industria de farma no fue la excepción. Por eso Pharmabiz construyó un índice propio de las desvinculaciones que vieron la luz durante el período. Ver artículo

Y aunque los despidos fueron nominalmente pocos, en algunas filiales, implicaron un alto porcentaje de su plantilla total de empleados. El tijeretazo más grueso aconteció en la anglosueca AstraZeneca. A cargo de su nuevo CEO Gustavo Mizraje, la empresa desvinculó a varios gerentes clave y a casi un centenar de empleados. Pero no será todo. La multi ya anunció que cerrará las puertas de su site de manufactura ubicado en Haedo, al oeste del Gran Buenos Aires. La clausura total de su planta argentina de inyectables será en el 2019. Ver artículo Ver artículo

Otros laboratorios que dieron un tijeretazo fueron las multinacionales BayerLundbeck Biogen. Entre las de matriz nacional resaltó Amega Biotech. Ver artículo

Normativas con giros

La ANMAT también fue protagonista durante el 2016, en función del reentré de Carlos Chiale al frente del organismo que decide en materia de las regulaciones del sector.

La ANMAT también fue protagonista durante el 2016, en función del reentré de Carlos Chiale al frente del organismo que decide en materia de las regulaciones del sector.

¿Algunas decisiones sobresalientes? Los cambios en la operatoria para el Sistema Nacional de Trazabilidad. El organismo integró las antiguas dispos y, a su vez, agregó 49 drogas de última generación.  En simultáneo se retocaron los listados emitidos desde 2011 y se eliminaron cerca de un centenar de drogas. Toda la industria sabía que las normativas creadas durante el gobierno de Cristina Fernández eran «impracticables» y este gesto lo único que hizo fue blanquear la realidad. De modo que el eje de la trazabilidad seguirá puesto únicamente en las drogas de alta complejidad. Ver artículo

Otro de los cambios claves durante el 2016 fue la «limpieza» del ex Plan Remediar. Medida lamentable, y así señalada por propios y extraños, se conocía largamente la eficacia y la excelente administración de ese programa. Por entero capricho del Ministro de Salud de la Nación, se creó el CUS (Cobertura Universal de Salud), para reemplazar de forma parcial los servicios de un programa que había nacido con Ginés González García y había atravesado diferentes gestiones de gobierno. Ver artículo

Por último, un tema que dejamos para el final de la tabla es el de la propiedad intelectual. El nuevo gobierno sentó a Dámaso Pardo en el sillón principal del INPI e intentó imprimirle un nuevo dinamismo al organismo poniéndole fichas a los trámites de patentamiento. Sin embargo, este cambio trajo “mucho ruido y pocas nueces”. La industria nacional salió a meter presión y el tema quedó frizzado bajo falsos amagues de cambios. Ver artículo

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