Los gigantes farmacéuticos no paran de transformarse. Ahora, los alemanes le dijeron adiós por u$s2.075 M a una de sus empresas químicas, Haarmann & Reimer.

Bayer vendió su empresa de aromas y fragancias Haarmann & Reimer al EQT Northern Europe Private Equity Funds por u$s2.075 millones. Según dijeron en el headquarter de Alemania, esta operación está respaldada por Investor AB, holding cotizante en Bolsa del grupo sueco Wallenberg. Ahora sólo falta el visto bueno de las autoridades antimonopólicas y la empresa sería comprada por su competidor Dragocco.

Si la operación se cierra, aparecerá en escena un grupo con una cuota de mercado mundial del 11% en el segmento de aromas y fragancias. Esto significaría unas ventas de u$s1.250 millones y un staff de 5.800 empleados. Con esta movida, Bayer pretende reducir su deuda, que se disparó tras la adquisición del negocio agroquímico de Aventis, por el que pagó u$s9.062 millones. Por eso, Bayer quiere reordenar cuentas y lleva tiempo buscando un posible socio para reforzar su negocio farmacéutico, que sufrió un fuerte impacto tras la retirada del mercado de Baycol, su fármaco contra el colesterol.

Pero este reacomodamiento en el tablero farmacéutico no es el único que apunta en esa dirección. Roche ya separó su unidad de Perfumes y Aromas, y ahora están por vender su unidad de negocios de vitaminas a granel destinadas a la industria alimentaria. Perfumes y Aromas pasó a ser una empresa independiente del grupo suizo, y ahora ya no se computa dentro de la contabilidad de la compañía.

Fuentes consultadas por BAE especulan acerca de los movimientos de Bayer. Por un lado, es posible que los alemanes quieran hacerse de cash para comprar nuevas compañías, o quizá sólo pretendan desprenderse de una empresa que no le suma valor a sus acciones ni se ubica en el eje de su core business. Otra compañía que había dado un paso en ese sentido fue Nestlé, que en enero de este año vendió su división de aromas a Givaudan. Y el círculo parece cerrarse, porque Givaudan no es otra que la unidad de Roche. La operación fue valorada en ese momento en u$s632 millones, que Givaudan pagó parte en efectivo, parte en acciones. Esa decisión respondió a querer concentrarse en los negocios relacionados con sus productos de consumo. Una semana atrás, la impresión de los analistas era que las grandes fusiones en el sector farmacéutico habían terminado y comenzaba un proceso en el que las compañías se enfocarían en sus áreas de healthcare. Sin embargo, con la compra de Pharmacia por parte de Pfizer dejó claro que las megacompras y las escisiones continúan en simultáneo y la industria no se detiene en su afán de seguir siendo altamente rentable e innovadora.

Por estos pagos

Haarmann & Reimer desembargó en la Argentina en la década del ´60 como parte de la división de Productos Químicos de Bayer Argentina. A fines de los ´70, la firma se constituyó como Haarmann & Reimer S.A. La empresa ahora está en Tortuguitas y elabora sustancias para la industria alimentaria, de higiene y tocador, de limpieza, perfumería, golosinas, farmacéutica y tabacalera. Fundada en 1874 como fabricante de vainilla, H&R es hoy uno de los líderes de la industria mundial de los sabores y fragancias, con filiales en los cinco continentes y centros de desarrollo en diversas regiones del mundo. Además de la Argentina, la empresa tiene en la región subsidiarias en Brasil, Chile, Colombia y Venezuela.

Se calcula que el volumen de negocio mundial del sector de aromas, fragancias y materias primas aromáticas es de u$s10.000 millones, de los cuales más de 8% corresponde a H&R, lo que la sitúa en una de las cinco primeras firmas mundiales.

Por Cristina Kroll

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