El laboratorio argentino quiere producir estas especialidades aprovechando que comienzan a caer las primeras patentes en los Estados Unidos y Europa

En momentos en que en la Argentina se debate la introducción de los genéricos y los laboratorios están desplegando sus lobbies para que el poder recetario siga en manos de los médicos, Bio Sidus está mirando mucho más lejos. Es que en el 2004 comienzan a expirar las patentes de los biotecnológicos que se habían registrado en los Estados Unidos y en Europa.

Oportunidad

El producto estrella de la biotecnología en el mundo es la eritropoyetina, que se utiliza para tratar pacientes con distintos tipos de anemia, especialmente quienes están en proceso de diálisis. En la Argentina, también lo comercializan Roche y Janssen Cilag, la compañía de Johnson & Johnson. Aunque Sidus tiene el 70% del mercado en el país. La eritropoyetina fue el primer desarrollo de Bio Sidus, y su gen está patentado por la californiana AMGEN. En el país, la demanda está directamente relacionada con los 13.000 pacientes que necesitan diálisis crónica. De ese total, casi 8.000 son los que necesitan este producto biotecnológico hasta el momento en que reciben un trasplante de algún órgano humano.

Bio Sidus, que el año pasado facturó $42 millones, cuenta con una extensa red de licenciatarios en más de 30 países del mundo que llevan al mercado sus productos. La compañía tiene su planta operativa en Almagro; sin embargo, el proyecto es instalarse en Pilar, donde está asentado el resto de las empresas del grupo.

Buen ojo

El grupo liderado por Marcelo Argüelles le vio la veta al negocio hace dos décadas y apostó por la tecnología. Hasta ese momento, la industria farmacéutica local sólo se dedicaba a desarrollar productos a través de la síntesis química. A partir del paso del holding, se comenzaron a aplicar elementos biológicos en los que se buscaba replicar sustancias que el cuerpo contiene naturalmente tales como la insulina.

Claro que el tamaño del mercado local no era suficiente. Por eso, desde sus inicios se convirtió en una empresa exportadora. El 70% de su producción tiene colocación en el exterior y de ese total, el 50% se dirige a Brasil. Ahora, al tiempo que esperan a que se reacomode la macro local, ya tienen pedidos los permisos para entrar en nuevos mercados tales como Sudáfrica y Turquía.

Por Cristina Kroll

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