El retomo de las cuotas trajo algún alivio al francés Charles Lechere, que tiene a su cargo las fragancias del grupo Louis Vuitton en la Argentina. Es que el sector venía muy complicado.

El mercado de fragancias selectivas comenzó a levantarse en agosto del año pasado, pero los números finales acusaron un desplome del 56,1% en unidades. Según la consultora Segmenta, la facturación fue de $24 M. Sin embargo, «este derrumbe no afectó los lanzamientos de nuevas fragancias en la Argentina«, afirmó Lechere, country general manager de France Argentine Cosmetic. No obstante, aclaró que la compañía ahora se hizo más selectiva. «Hoy nos hemos reducido y tratamos de concentrarnos en pocas puertas: en total estamos en 200 puntos de venta«. Y agregó: «Nos dirigimos a una clienta muy exigente que ya no viaja tanto y quiere consumir el factor novedad, teniendo en cuenta que nuestros productos son de lujo pero accesibles«.

Cross marketing

Este año la compañía ya puso dos fragancias en el mercado: Amarige D’amour de Givenchy y Jadore Teau de Christian Dior. Además, tiene previsto realizar otros dos lanzamientos en septiembre. La firma está trabajando con algunas estrategias de marketing que le permiten alcanzar un diferencial. Desde este año, trabajan en forma interrelacionada con las diferentes marcas del grupo. Por eso, las perfumerías están tentando a las consumidoras con una minibotella de Chandon como obsequio por la compra de una fragancia. Y la misma estrategia es aplicada en los restaurantes.

LVMH también implementó otras estrategias para fidelizar a sus clientas: cada vez que alguien compra un producto de su cartera ingresa en una base de datos que se carga en el punto de venta. A través de ese mecanismo, les informa a sus seguidoras todas las novedades y promociones que salen al mercado.

Según Segmenta, las fragancias premium de LVMH en la Argentina concentran 45,2% de las ventas. Las líderes son Givenchy (17,7%), Kenzo (16,5%) y Christian Dior (11%). L’Oréal sigue con 32,7% y sus marcas son Cacharel (9.2%), Lancôme (8.2%), Ralph Lauren (7.8%) y Giorgio Armani (7.5%). Atrás sigue Carolina Herrera con 7,5 por ciento.

Si bien en la Argentina está de moda la sustitución de importaciones, los perfumes de alta gama no tienen chance de ser fabricados aquí. Sin embargo, Lechere admitió que hace más de una década se manufacturaban algunas fragancias de la firma. Pero hoy queda descartado porque el nivel de sofisticación de calidad del vidrio que se utilizan en los envases y el origen de las esencias desmoronan cualquier proyecto de fabricación local.

Por Cristina Kroll

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