Las movidas en el tablero de la industria farmacéutica parecen no tomarse vacaciones. Ahora Novartis avanzó un casillero más en su acercamiento a Roche y pasó de tener 21,3 a 32,7% de participación. Aunque oficialmente las compañías suizas afirman que su intención no es la fusión, los analistas entienden que la estrategia apunta en esa dirección

El discurso es el mismo que el de mayo del 2001, cuando Novartis adquirió el primer paquete de acciones. «Esta operación no constituye el preludio de una fusión«, afirman a coro los suizos. Sin embargo, las acciones con derecho a voto le permiten a Novartis tener participación en el directorio y se supone que, en conjunto, no tomarían políticas que su perpusieran intereses.

Roche insiste en que cuenta con el apoyo de las familias Hoffmann y Oeri, propietarias de 50,1% de los derechos de voto, aunque sólo con 9,2% del capital, para seguir como empresa independiente. La primera aproximación de Novartis a Roche se dio hace dos años cuando pagó u$s3.281M por 20% de los fabricantes de Redoxon. La reciente operación fue por u$s2.100 millones.

Para el 2003, Novartis espera que el beneficio neto y el de explotación superen los niveles alcanzados en el 2002, aunque matiza que los márgenes de explotación de la división farmacéutica se reducirán como consecuencia del incremento de la inversión para investigación en 20 por ciento.

Si algo muestran los resultados anuales es que Novartis sigue manteniendo un crecimiento de doble dígito en las ventas sin tener que sacrificar márgenes. En el conjunto del año, el beneficio aumentó 4%, hasta 7.300 millones de francos suizos, y las ventas aumentaron 11%, hasta 32.400 millones. Y para evitar las distorsiones provocadas por la fortaleza del franco suizo, Novartis iniciará el año que viene toda su contabilidad en dólares.

Roche, el inventor del famoso tranquilizante Valium, está comenzando a emerger de un largo período en el que se prepara para el lanzamiento de nuevas drogas. Novartis avanzaría en el mismo sentido. Por eso, los analistas argumentan que la combinación de ambas firmas podrían alcanzar una fuerte plataforma para atacar prioritariamente el mercado de los Estados Unidos. Hasta noviembre del 2002, la facturación de Roche Argentina fue de $171,6 millones y la de Novartis, $166 millones. Si las compañías deciden unirse, la nueva firma quedaría rankeada en el primer puesto en este país.

La ola de fusiones en el sector está vinculada con la dramática sequía en el desarrollo de nuevos medicamentos. Esta falta de moléculas amenaza la salud financiera de los laboratorios y está forzando a que se avance en distintas consolidaciones.

Por Cristina Kroll

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