Mientras Wall Street centra su atención en la reunión de política monetaria que la Reserva Federal, FED, celebrará los próximos 16 y 17 de septiembre, ante la expectativa de que el banco central retome los recortes de tasas de interés, las acciones del sector healthcare operaron durante la semana con altibajos.
Uno de los anuncios más comentados de la semana en la comunidad inversora fue el de la dinamarquesa Novo Nordisk. El fabricante del popular Ozempic planea recortar unos 9.000 empleos, cifra que representa el 11% de su plantilla a nivel global.
La multi que desde agosto conduce Mike Doustdar enfrenta el estancamiento del crecimiento de las ventas y el desplome de las acciones, lo que supuso una pérdida de u$s 450.000 millones en la capitalización bursátil de la compañía desde mediados del año pasado. Esto se debe principalmente a la presión que ejerce su rival estadounidense Eli Lilly y a una oleada de fármacos genéricos en distintos mercados del mundo.
Por otro lado, las acciones de la norteamericana AbbVie tocaron un nuevo máximo el jueves de esta semana después de que la empresa anunciara que no espera competencia genérica para su exitoso medicamento inmunológico Rinvoq hasta 2037. Esto supone una prórroga de cuatro años, según algunos analistas.
Rinvoq, utilizado para el tratamiento de la artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes, es el segundo medicamento más vendido de AbbVie, después de Skyrizi. La compañía ha estado redoblando sus esfuerzos en tratamientos inmunológicos para contrarrestar la caída en las ventas de Humira, el medicamento para la artritis que alguna vez fue el más vendido y que desde 2023 se enfrenta a la competencia de varios biosimilares más económicos en EE.UU.
Se espera que el acuerdo con algunos fabricantes de genéricos, sujeto a ciertas disposiciones, evite la erosión de las ventas de Rinvoq por parte de competidores genéricos hasta abril de 2037. La noticia fue muy bien recibida por los inversores.
En contrapartida, varias acciones de fabricantes de vacunas caían fuerte el viernes después de un informe que consigna que los funcionarios de salud de la Administración Trump planean vincular las aplicaciones contra el COVID-19 con la muerte de alrededor de dos docenas de niños en una presentación a los asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades la próxima semana.
El Washington Post informó el viernes que un grupo de funcionarios de salud parece haber utilizado el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas, VAERS, para vincular la muerte de 25 niños con las vacunas contra el COVID-19.
Las acciones de la estadounidense Moderna cayeron hasta un –8,7% durante la jornada bursátil del viernes en Nueva York, mientras que las de la alemana BioNTech que cotizan en Estados Unidos se desplomaron hasta un -14%, y las de la norteamericana Pfizer perdían casi el -4%.
Por otro lado, AstraZeneca, la mayor empresa británica, suspendió una inversión prevista de £200 millones en su centro de investigación de Cambridge, según informó un portavoz. Esta es la última farmacéutica en reducir su actividad en el Reino Unido.
La decisión sobre la inversión, que se había previsto para crear 1.000 puestos de trabajo, implica que ninguna de las nuevas financiaciones previstas por AstraZeneca se está ejecutando actualmente. En enero, la compañía descartó los planes de invertir £450 millones en su planta de fabricación de vacunas en el norte de Inglaterra, citando un recorte en el apoyo del gobierno británico.













