La distorsión de precios no se da solo en el consumo masivo, sino que durante la pandemia también se vio una gran dispersión entre los valores de los productos más demandados. En Perfil se analizó la compra de barbijos que hizo la Ciudad de Buenos Aires, con una enorme brecha en los montos abonados.

La respuesta del gobierno nacional y de cada distrito frente a la pandemia sigue dando de qué hablar. Desde las restricciones adoptadas hasta las adquisiciones para abastecer al sistema de salud, los medios ponen de relieve el accionar de las autoridades.

Perfil reflejó el sábado 25 de julio las controversias surgidas en torno a la compra de barbijos en la Ciudad de Buenos Aires. En un artículo de la subeditora de Política, Emilia Delfino, se da a conocer la brecha de precios que se detectó en el mismo producto, ya que para igual modelo se pagó entre $30,24 y $108 -de u$s 0.46 y u$s 1.60 al momento de cada compra-. En total, detalla el artículo, se destinaron $713.472.200 (u$s 11.087.224) por 15.170.000 de estos tapabocas. Para explicar la diferencia en los montos pagados, el Ministerio de Salud de la Ciudad sostuvo que al inicio de la pandemia era difícil conseguir precios de referencia ante la alta demanda. Ver artículo Perfil.

Dimex y Norinco fueron los proveedores más económicos para la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno porteño le compró a la china Norinco 5.000.000 barbijos por u$s 2.300.319, a un valor de u$s 0,46 la unidad. En el caso de la empresa nacional, se adquirieron 3.400.000 a u$s 0,52 cada uno.

La nota menciona a Dimex y Norinco (China North Industries Corporation) como los proveedores más económicos para la Ciudad de Buenos Aires. El primero es una marca fabricada en el país y el segundo es una empresa china que importa varios insumos. El 6 de abril, el gobierno porteño le compró a Dimex 3.400.000 barbijos a u$s 0,52 cada uno, mientras que los tapabocas chinos de Norinco costaron u$s 0,46 la unidad. En el caso de la empresa china, se adquirieron 5.000.000 por un total u$s 2.300.319, de acuerdo a la resolución del 31 de marzo que publicó El Observatorio del Derecho de la Ciudad, una organización social independiente que viene advirtiendo sobre las diferencias de precios.

Hasta el momento, el barbijo tricapa más costoso fue el adquirido a Grupo DVU SAS, una empresa del rubro de la construcción, que ofertó u$s 1,60 la unidad. Se le adjudicaron 210.000 mascarillas tricapa mediante dos compras directas en abril y junio. El Programa Lupa y Perfil intentaron contactarse con la compañía, pero esta no tiene página web y no publica sus teléfonos en guía. También se contrataron a tres firmas con otra modalidad de adquisición: la compra directa y abierta. El 13 de mayo se contrató a Storing Insumos Médicos para proveer 175.000 tapabocas de este tipo a u$s 0,70 la unidad; es decir, a la mitad del valor que se pagó a Grupo DVU SAS. Lo mismo sucedió con la empresa Ultraline a la que se le adjudicó la compra de 325.000 barbijos tricapa a u$s 0,74 durante el mismo período.

En tanto, Perfil da cuenta de dos compras directas por un total de u$s 6.258.642 -más de la mitad del monto destinado al tapabocas de tres capas- que debieron ser rescindidas, informó el gobierno porteño. Detrás de estas adquisiciones frustradas están las empresas de informática E-ZAY y Amicibro. El 30 de marzo, la Ciudad adjudicó a E-ZAY de forma directa una compra por 5.000.000 de barbijos tricapa a u$s 1,02 la unidad. El contrato total equivalía a más de u$s 5,1 millones. El 2 de abril transfirió a la compañía un adelanto de u$s 2.441.353, pero los insumos no fueron entregados en tiempo y forma.

La transacción, destaca el medio de Jorge Fontevecchia, terminó en una causa judicial por presunto fraude que investiga el fiscal Maximiliano Vence. La compañía denunció en otro expediente a su propio proveedor por supuesta estafa, ya que le acusa de haber sido el responsable de la falta de entrega del insumo. E-ZAY informó que distribuyó alrededor de 2.500.000 de barbijos tricapa, que cubre el monto abonado como adelanto por parte de Ciudad. En el caso de Amicibro, esta había ganado la compulsa de precios ofreciendo cada producto a u$s 1,15. El contrato era por u$s 1.152.004 y la cartera de Salud explicó que rescindió la compra que le adjudicó el 3 de abril porque el proveedor, que debía entregar 1.000.000 tapabocas, “no podía cumplir con los plazos acordados en la orden de compra”.

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