¿Alguien se acuerda de que Agarol, Caladryl, Mylanta y Benadryl son marcas de Johnson & Johnson?.

En Argentina, casi nadie. Y puertas adentro de la filial norteamericana ubicada en la calle Mendoza no quieren ni escuchar hablar del tema.

Es que por distintos desatinos legales y de gestión, no están logrando tener bajo su paraguas, dichas etiquetas en la Argentina, después de habérselas adquirido a Pfizer a nivel global hace nada más y nada menos que 4 años y medio atrás, -en junio de 2006-. www.elmundo.es/mundodinero/2006/06/26/economia/1151330377.html

Pharmabiz le consultó acerca de este tema a los principales ejecutivos de Johnson & Johnson Argentina, aunque no responden. Es así que el gerente general Gustavo Molina ni siquiera desliza un “no comments” sobre este asunto, con el que no logran avanzar ni un milímetro en el país.

Por eso, Pharmabiz leconsultó a fuentes externas y especializadas quienes consideran que el principal traspié de J&J es el de haber solicitado una opinión consultiva a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, lo que podría derivar en una investigación de todas las compañías involucradas.

Esa comisión depende en la actualidad del secretario Guillermo Moreno.

Asimismo identifican otro gran desatino: J&J no consigue certificar a su planta de Pilar como laboratorio para así poder manufacturar o stockear sus productos medicinales. A estas horas sólo está acreditada como planta para elaborar productos de belleza y cuidado personal.

En el mercado se especula asimismo que le resultará muy difícil a J&J arrebatarle las marcas a Elea, a quien le representan cerca de u$s 21.65 millones anuales y un 13% de su facturación, de acuerdo al IMS. www.elea.com/productos_orden.php?Tipo=2

Son marcas que Elea comercializa desde hace más de 20 años, cuando pertenecían a la Warner Lambert. En aquella época la Warner tenía dos divisiones: Parke Davis, enfocada en medicamantos y Adams, orientada en golosinas.

Fue en 1989, cuando los empresarios locales Gold, Sielecki y Sigman conforman la empresa G&M y toman la representación de todas esas marcas en el país.

Claro que frente a esto, los estudios jurídicos ya se relamen y se preparan para dar batalla. Por Elea, se alista Berken IP, liderado por Pedro Berkenwald, quien fuera en el pasado socio de la esposa de Luis Gold en otro estudio especializado. www.berkenip.com

Por el lado de J&J, quien prepara la artillería es el estudio Quevedo, cuyo titular es Hugo Quevedo. ¿Su esposa? María Viviana Guadagni, la hija de Alieto, el ex titular de la Secretaría de Industria. Viviana fue miembro de la comisión de Defensa de la Competencia en épocas en que su padre era el número uno del área que albergaba a esta comisión. www.qvda.com.ar/equipo-hugo-quevedo.html

Y por Pfizer prepara munición de alto calibre el estudio Marval, O´Farrel & Mairal. www.marval.com.ar

No es menor mencionar además que mientras esta puja sigue su curso, J&J consiguió para sí algunos pocos productos que derivaron de la adquisión mencionada.

Los mismos están bajo el ala de Marcelo Yarmaian, quien fue convocado por la compañía en febrero de 2007 para liderar este proyecto. Pero a casi cuatro años de dicho nombramiento Yarmanian se ha convertido en una especie de ministro sin Cartera.

Sólo ha conseguido gestionar la línea Listerine, la que no pocos problemas le ha traído por haber dado falta de stock a manos de su socio elaborador Elea. www.pharmabiz.net/?p=309 y más recientemente el antitabáquico Nicorette.

Algunos de los productos que debería recuperar J&J no sólo están en manos de Elea. Pfizer por caso, todavía conserva el antiemético Dramamine  bajo su esfera.

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