Los laboratorios están concentrados en lograr el switch de varios de sus productos de prescripción. La idea es que algunas drogas que se venden bajo receta médica puedan ser reclasificadas como productos de venta libre. De ser así, las compañías esperan apuntar su artillería de marketing al consumidor.

Claro que esta política no puede implementarse para todas las marcas. En la Argentina, hay un amplio rango de drogas que se venden bajo receta médica mientras que en el resto del mundo son de venta libre. Según Juan Tonelli, de la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta libre (Capemvel), un buen ejemplo son los antihistamínicos. Estos, utilizados para alergias y cuya marca más popular es Clarityne, en Alemania, Francia, EE.UU. e Inglaterra se venden sin receta médica. Hay otras drogas como la hioscina (Buscapina) y la difenhidramina (Benadryl) que también requieren de receta según las actuales reglamentaciones.

Avance sin pausa

El avance de las medicinas de venta libre es un fenómeno que está creciendo. Esto se debe a que los consumidores cada vez se responsabilizan más sobre su propia salud e invierten en prevención. Pero sin duda el motivo de mayor peso está ligado a que los gobiernos se ven presionados a reducir los gastos públicos, por lo cual la tendencia es que cada vez menos productos operan bajo el paraguas de la seguridad social.

Para consolidar la venta de productos OTC, la Capemvel lanzará una campaña dirigida al consumidor. La idea es llegar a la opinión pública con el eslogan «informarse es el mejor remedio» Afirman que un correcto uso de este tipo de medicinas contribuiría a bajar los costos en salud. Los cambios ya comenzaron a sentirse en el mercado local. Hace pocos meses, la droga ibuprofeno fue habilitada para venderse bajo el formato de venta libre. Esto significó que Bayer pudiera impulsar su analgésico Actron directamente sobre el consumidor. Mientras tanto, el Ibupirac de Pharmacia continúa siendo de venta bajo receta porque no resulta obligatorio cambiar de categoría. Sucede que hay laboratorios que prefieren operar con productos de prescripción, para de esa manera seguir bajo la órbita de las coberturas de obras sociales y prepagas.

También es corriente la estrategia de la doble vía. Hay marcas que tienen su versión de prescripción y la de libre. De esta manera, los laboratorios tienen la chance de realizar campañas masivas, tal como lo hace Tabcin de Bayer, Aseptobron de Temis Lostaló o Nastizol de Bagó. Los medicamentos que pueden comercializarse como OTC son productos muy maduros en el mercado.

Por Cristina Kroll

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