Los medicamentos de alta complejidad siguen estando en la agenda pública. Ahora se suma un nuevo capítulo protagonizado por los oncológicos inscriptos en el programa DADSE. El Estado mantiene en el limbo un desembolso de $1.200 millones y el programa está en una zona gris.

Después del intrincado acuerdo del PAMI que tuvo en vilo tanto a la industria como al gobierno nacional, los medicamentos de alta complejidad subieron a la agenda pública a raíz de diferentes circunstancias. Ver artículo.

Una de ellas fue la disputa en torno al congelamiento de los precios de los productos que forman parte del convenio, y en segundo lugar a la serie de licitaciones públicas lanzadas de forma posterior. Ver artículo.

Sin embargo, ahora se suma un nuevo capítulo. Es el de los oncológicos y otros medicamentos de alta complejidad que están inscriptos en la DADSE -la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales-. Ver artículo.

Según pudo saber Pharmabiz, el Estado mantiene una deuda cercana a los $1.200 millones con los laboratorios, por productos que se entregaron hace cerca de un semestre a través del programa que solía estar bajo la esfera del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley, pero que ahora fue transferido al Ministerio de Salud de la Nación, bajo el paraguas de Adolfo Rubinstein.

La DADSE estaba dentro de la estructura del Ministerio de Desarrollo Social. Pero ahora pasó a la cartera de Salud. De modo que se producen dos conflictos en paralelo: El Ministerio de Salud no dispone de los fondos pertinentes, y el de Desarrollo Social no va a costear los gastos de un programa que ya no está dentro del organismo.

De modo que el programa ya cambió de escritorio. Según lo confirmó el Boletín Oficial, quedó bajo el ala del secretario de Coberturas y Recursos de Salud, Luis Giménez. El DADSE atiende anualmente a cerca de 55 mil personas que no cuentan con ningún tipo de cobertura y presentan problemas de salud agudos o crónicos.

Por el pasaje a la órbita de Salud, el programa está al momento en un limbo. El problema fundamental es que un organismo le bajó la ventana y su nuevo responsable aún no lo tomó como propio.

Según fuentes consultadas por este medio, la transferencia había sido oficializada en el mes de marzo a través de un decreto, aunque no el presupuesto para la compra de los productos. Posteriormente, el jueves 17 de mayo se hizo efectivo tal traspaso. Sin embargo, la operatoria continúa trabada y tendrá por delante como mínimo 45 días para salir de la zona gris.

De modo que se producen dos conflictos en paralelo. Por un lado, la cartera de Salud no dispone de los fondos para los pagos pertinentes, ya que dicho desembolso no estaba contemplado en el presupuesto para el 2018. Y por otra parte, el Ministerio de Desarrollo Social no va a costear los gastos de una estructura que ya no está dentro del organismo.

Las empresas del sector están haciendo un acuse de recibo ya que las nuevas tasas de inflación impactan en sus proyecciones. Los productos que le vendieron al DADSE mediante mecanismos de licitación fueron adquiridos hace un año atrás en un contexto económico totalmente disimil.

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