La textil Kovi es una pyme familiar de La Matanza que se reconvirtió para producir barbijos. Se trata de uno de los proyectos seleccionados en el marco de la Convocatoria IP COVID impulsada por la Agencia I+D+i junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el CONICET.

La textil Kovi, responsable de la fabricación de los tapabocas Atom Protect, recibió en el día de hoy en sus instalaciones a Fernando Peirano, presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i); a Laura Toledo, directora del FONARSEC; y a Guido Giorgi, jefe de gabinete del organismo.

La PYME, que nació hace 30 años con otro foco y emplazada en el partido bonaerense de La Matanza, puso un pie en el sector de la salud el año pasado. Lo hizo tras resultar seleccionada en el marco de la Convocatoria IP COVID, impulsada por la Agencia I+D+i junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el CONICET.

En el 2020, la empresa se vinculó con un equipo conformado por científicos del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) de la UNSA y el Instituto de Física de Buenos Aires (IFIBA-UBA), para abocarse a la producción de los tapabocas. Originalmente, este equipo buscaba desarrollar máscaras para la protección del personal médico y paramédico con standards similares o superiores a la máscara N95. Sin embargo, luego se avanzó en el diseño de tapabocas de uso social con la capacidad de neutralizar virus, hongos y bacterias. Para cumplir con estos objetivos, según se indicó, se exploró la utilización de nuevos materiales y nanotecnología.

Durante la recorrida por la fábrica, las autoridades visitaron las distintas áreas en donde se confeccionan los barbijos, a la vez que se repasó el proceso necesario para elaborar las piezas. El presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, destacó que una pyme familiar haya tomado la iniciativa para generar el tapabocas Atom Protect. “Cuando las cosas se hacen bien, la innovación nace de combinar producción y conocimiento. El saber productivo, el conocimiento científico y el apoyo de las políticas públicas lograron un modelo de trabajo, donde el cuidar y el crear van de la mano”, agregó.

Por su parte, Alan Gontmaher, dueño fundador de Kovi, compartió el desafío que implicó para la empresa comenzar a producir barbijos a gran escala“Significó la incorporación de mucho personal, nuevas maquinarias, diseñar nuevos procesos y avanzar en nuevas investigaciones como, por ejemplo, certificar la eliminación de nuevas variantes del virus”.

De acuerdo con el ejecutivo, se amplió la cantidad de trabajadores en un 150%, y actualmente cuentan con más de 100 empleados. En relación a los planes a corto y mediano plazo, afirmó que continúan, por un lado, desarrollando telas que pueden ahuyentar mosquitos, útiles para prevenir el dengue; y por otro, produciendo telas con función bactericida trabajadas en distintos formatos, tales como sábanas, toallas y repasadores.

Hoy, Kovi cuenta con una segunda planta ubicada, en San Miguel, a donde trasladó la producción de textiles para el hogar.

ÁREAS DE CONFECCIÓN DE BARBIJOS ATOM PROTECT.
MATERIALES PARA LA CONFECCIÓN DE ATOM PROTECT.
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