El eslabón de la cadena que es por muchos considerado innecesario porque suma otro intermediario y por tanto más costos en la cadena de distribución de medicamentos está mostrando algunos cambios.

Farmanet a estas horas se está terminando de mudar a la plataforma que el operador logístico Andreani montó especialmente en el parque industrial de Benavídez, partido de Tigre, frente a la nueva planta de Sinergium Biotech.

Se trata de la compañía cuyos accionistas son los alemanes de Boehringer Ingelheim, los suizos de Novartis y los locales de Gador y Casasco, quienes pusieron recientemente al frente a Miguel Celorrio.

Mientras tanto, Andreani que también opera con Rofina seguirá stockeando sus referencias en la planta de San Miguel, al oeste del Gran Buenos Aires. Ver sitio.

Rofina, comandada por el grupo Roemmers, incorporó recientemente a los franceses de Sanofi Pasteur que hasta el momento venían haciendo distribución propia.

En el barrio de Villa Soldati, Disprofarma todavía están intentando salir adelante después del temporal que le voló las instalaciones del tercer piso que fue arrasado durante abril de este año. Ver artículo.

Antes había tenido un incendio interno que los tuvo durante varios meses, concentrados en rechequear existencias. Ver artículo.

Durante ese período se fueron varios mandos medios, los que no se repusieron. Entre ellos, el gerente de planta Gabriel Martins Galego, cuyas tareas fueron reabsorbidas por personal interno.

En Disprofarma, el británico Phoenix sigue firme. Es el lugar donde Bagó y Elea son los accionistas.

Allí la lógica indicaba que después de que fueran adquiridos por los británicos de GSK se sumaran a GlobalFarm para en conjunto representar mayor volumen y así obtener mejores precios. Sin embargo, no hay cambios en este sentido.

Esto a pesar de que el propio Rodolfo Civale, número uno de GSK es el actual presidente de Globalfarm.

Globalfarm trabaja con el operador logístico Transfármaco y con equipos propios en Talar de Pacheco.

Con los más y los menos, Argentina creó operadores logísticos de gran experiencia. Tanto es así que Andreani logró el año pasado el visto bueno de la gigante ANVISA.

Así consiguió luz verde para brindar servicios al sector farmacéutico, en todo el territorio brasileño.

La autorización abarcó las instalaciones de Andreani en San Pablo para distribuir desde allí al resto de las ciudades del país.

Fuera de las grandes distribuidoras hay movidas sui generis. El paso más emblemático fue dado por Bayer en 2009 que armó distribución propia y sobre ella se montaron el año pasado los canadienses de Apotex.

Fue luego de que firmara un preacuerdo para entrar en Globalfarm y sobre el que se vieron obligados a dar un paso atrás.

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