El organismo regulador de los medicamentos en la Argentina ha detectado un aumento en el consumo de la droga tramadol, que “no obedecería a necesidades reales de prescripción médica y estaría siendo utilizada con fines adictivos”.

Por eso, la ANMAT le solicitó a todas las autoridades sanitarias nacionales y provinciales, acrecentar los controles de fiscalización sobre la dispensación en farmacias.

En el mercado local las 11 etiquetas disponibles basadas en tramadol facturaron $18 millones anuales (u$s 5.62 millones), según la medición a septiembre de 2008 de la auditora IMS.

Aunque el ministerio de Salud, en su campaña de seguir más de cerca las irregularidades de las farmacias que venden sin receta, le está poniendo el ojo especialmente a la presentación en comprimidos.

La marca más vendida basada en Tramadol en la Argentina es Calmador de Finadiet –Grupo Microsules– que facutró $7.9 millones (u$s 2.46 millones), de los cuales $4.3 millones (u$s 1.34 millones) fueron comprimidos.

La segunda etiqueta con más rotación fue Trama Klosidol de Bagó que facturó $3.9 millones (u$s 1.21 millones) de los cuales $2.8 millones (u$s 875 mil) correspondieron a comprimidos.

Otras de las marcas que contienen tramadol son Cloq de TRB Pharma, Nobligan de Nycomed, Tramanovag de Gobbi-Novag y Tramacet de Janssen Cilag.

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