La norteamericana Pfizer inauguró hoy su planta de cápsulas blandas en el barrio porteño de Villa Soldati. La multinacional precisó que desembolsó más de u$s 10 millones para fabricar una nueva forma farmacéutica made in Argentina.
El laboratorio Pfizer cortó las cintas hoy de su flamante planta argentina de cápsulas blandas.
La misma está ubicada en su histórico site porteño de Villa Soldati, y requirió una inversión de más de u$s 10 millones, según lo consignó la compañía a Pharmabiz.
Las estrenadas instalaciones, que están comandadas por la argentina Adriana Belardineli, se enfocarán en su producto Ibupirac, el emblemático analgésico que se comercializa únicamente en la Argentina.
Y esta nueva forma farmacéutica, que ahora será capaz de elaborar la planta local, se sumará a su tradicional línea de sólidos. La integrada área productiva tendrá una capacidad instalada para manufacturar 180 millones anuales de cápsulas blandas y con un potencial de hasta 300 millones al año.
En el acto en el que estuvo presente el Ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, explicaron que con esta nueva plataforma serán capaces de sustituir importaciones para su emblemático Ibupirac, las que hasta el momento llegaban desde Brasil.
El objetivo principal, según lo precisó Edgardo Vázquez, el country manager de la compañía, es sustituir las importaciones para un producto que en la actualidad ingresa desde Brasil.
Aunque el laboratorio también tiene en carpeta manufacturar cápsulas blandas no sólo para sí sino para terceros. En este terreno competirá con el gigante Catalent, quien es el principal abastecedor de este tipo de producto en el país.
Con esta inversión, Pfizer estará en condiciones de cubrir la demanda del mercado interno e incluso exportar a otros países de la región en calidad de servicios a terceros.
Del acto participaron el Ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, y el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, entre otros funcionarios.
