La ANMAT le dijo no al cigarrillo electrónico en Argentina. Prohibió su importación, distribución, comercialización, así como cualquier forma de publicidad.

La ANMAT se puso firme. Es así que prohibió el cigarrillo electrónico, en la Argentina. Esto abarca tanto su importación, distribución, comercialización como su promoción.

El mismo había alcanzado un alto grado de difusión a través de diferentes notas periodísticas que describían esta novedad en el mercado.

La decisión del organismo regulador estuvo basada en varios fundamentos. En primer lugar afirman que los cigarrillos electrónicos no han demostrado eficacia comprobada para dejar de fumar.

Subrayan además que los consumidores podrían utilizar los cigarrillos electrónicos en lugar de los tratamientos basados en evidencia científica. Es así que su uso podría retrasar la cesación tabáquica definitiva.

El organismo considera que los dispositivos electrónicos no sólo perpetuan la dependencia de la nicotina, sino que además contienen ingredientes cancerígenos como las nitrosaminas y otros químicos tóxicos peligrosos como el etilenglicol.

La ANMAT consideró además que los cigarrillos electrónicos podrían perpetuar la conducta de fumar, ya que se describe al producto como de “doble uso”. Por un lado, mantiene la dependencia de la nicotina en los ambientes donde fumar está prohibido.

Pero por otra parte, puede desalentar a la gente que quiere dejar de fumar, ya que los usuarios pueden mantener su adicción a la nicotina a pesar de las restricciones de fumar y volver a fumar, donde tales restricciones están ausentes.

Y hay un dato que no es menor. La FDA encontró en estos dispositivos electrónicos ingredientes cancerígenos como las nitrosaminas y otros químicos tóxicos peligrosos como el etilenglicol, utilizado como anticongelante para los coches.

Esta decisión de la ANMAT, que fue tomada a través de la disposición 3226/2011 prohibió asimismo cualquier forma de publicidad. Ver disposición.

Mientras tanto, las medicinas antitabaco quedaron ahora compitiendo en un terreno fair play. La categoría de productos para dejar de fumar facturó $32 millones (u$s 8.42 mill) en la Argentina durante 2010, según las estadísticas de IMS.

De ese monto, $14 millones (u$s 3.68 mill) corresponde a under prescription, categoría dentro de la cual se ha destacado Champix de Pfizer.

Asismismo, en OTC el líder es Nicotinell de Novartis que facturó $9 millones (u$s 2.36 mill) y está en el mercado desde 2003. El segundo escalón lo ocupó Niquitin de GSK con $6 millones (u$s 1.57 mill), que fue lanzada en 2008 y en tercer lugar Nicorette, de J&J con $2 millones (u$s 520 mil).

u$s 1 = $3.80

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