Los medicamentos crecieron casi 10 puntos porcentuales por debajo de la inflación minorista en el primer trimestre de 2024 según un estudio de CILFA, la cámara de laboratorios nacionales. Mientras el IPC registró en este período un aumento acumulado del 51,6%, los precios de venta al público ascendieron en promedio un 42,5%.

A minutos de haberse conocido el Índice de Precios al Consumidor de marzo y luego de una semana donde no faltaron los dardos contra las empresas de medicina prepaga y la industria farmacéutica por su supuesto impacto sobre la inflación, los laboratorios nacionales fijan su posición.

De acuerdo a un estudio elaborado por CILFA, en marzo las variaciones de precios de los medicamentos se mantuvieron por debajo de la inflación por tercer mes consecutivo. Con una inflación de exactamente 11%, estos tuvieron una variación de 10,4%, retrocediendo otros 0,6 puntos porcentuales en la comparación.

Durante enero, cuando la inflación oficial publicada por el INDEC ascendió a 20,6%, la variación de los precios de los medicamentos fue de 15,1%, 5,5 puntos porcentuales inferior. En febrero, estos crecieron un 12,2%, un punto porcentual por debajo del IPC, que ascendió a 13,2% en el mes.

Así, en el primer trimestre de 2024 los precios de los medicamentos variaron de forma acumulada un 42,5%, mientras el aumento del IPC para el mismo período fue de 51,6%, lo que indica que los «medicamentos se ubicaron 9,1 puntos porcentuales por debajo de la inflación en 2024″, destacó el relevamiento.

La cámara que reúne a los laboratorios nacionales destaca que «la industria farmacéutica siempre tuvo disposición para acompañar las políticas nacionales de precios y acceso a los medicamentos, al punto que en varias oportunidades acordó procesos de estabilización de precios en plena coyuntura inflacionaria y ha contribuido con programas de acceso a los medicamentos para poblaciones vulnerables o sin cobertura de salud».

En este sentido, desde CILFA mencionan al programa de Medicamentos de Primer Nivel (MPN), creado para permitir que la población sin cobertura de salud pueda acceder a un vademécum de más de 4.500 medicamentos con descuentos.

«Todo ello para contribuir decididamente al objetivo de garantizar el acceso a los medicamentos por parte de la población», señala la entidad. «De hecho, en la actualidad se verifica que más de la mitad del precio de los medicamentos en la Argentina están financiados por los laboratorios y las farmacias. Sin embargo, la industria es ajena al problema de base, que radica en una prolongada contracción de los ingresos reales de la población y la consecuente caída de su poder adquisitivo», apuntan.

Para CILFA, la industria farmacéutica arrastra una compleja coyuntura que incluye una devaluación de 118% en diciembre, con «impacto determinante en los costos, y la acumulación de una considerable deuda comercial que ahora debe ser cancelada a un tipo de cambio muy superior al vigente al momento de realizar las importaciones«, remarcó. «Todo ello implica elevados costos financieros y económicos que los laboratorios debieron absorber a pesar de no ser responsables de los desequilibrios macroeconómicos que los causaron», concluyó la cámara.

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Christian Atance
Periodista especializado en finanzas y mercado de capitales.

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