La Unión Industrial Argentina salió a marcar la cancha. En medio de la salida de la Argentina de la mesa de negociaciones del Mercosur, la entidad elevó su postura al gobierno para expresar la preocupación de las industrias de Argentina y Brasil por las negociaciones entre el Mercosur y Corea del Sur por un acuerdo de libre comercio.

El Mercosur saltó recientemente a la agenda política luego de que el gobierno argentino decidiera abandonar las negociaciones económicas en curso, en plena crisis por la pandemia mundial.

Ahora la UIA elevó su posición al gobierno, junto con los representantes industriales de Brasil enrolados en la CNI, para plantar su postura y expresar la preocupación ante el potencial acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y Corea del Sur.

En el documento al que pudo acceder Pharmabiz, la entidad manifestó desconocer el contenido de las ofertas en las negociaciones, lo que podría agravar el impacto en la industria nacional. Por eso, ambas instituciones solicitan ser informadas en detalle sobre los términos y condiciones de la propuesta del Mercosur.

En el documento de la Unión Industrial Argentina -en la que la industria de farma se constituye como una pata fuerte a través de la cámara CILFA-, las autoridades piden prorrogar la negociación -que podría cerrarse a mediados de año-. Argumentan que la pandemia genera una recesión por sí misma para todos los sectores, que tienen sus plantas paradas o enfocadas únicamente en productos esenciales.

Además, se plantea la competencia desleal ya que Corea del Sur es un país que está otorgando subsidios para el pago de salarios, financiamiento, suspensión de los intereses y diferimiento en los pagos de los créditos, beneficios que la entidad reclama a nivel local en el contexto del coronavirus.

Cabe consignar un ítem no menor, y es el de la cuestión de los derechos de propiedad intelectual. El ala industrial afirma que las pretensiones de Corea del Sur respecto de la protección de patentes, la exclusividad de datos de pruebas y otras observaciones podrían afectar la actividad de algunos sectores en el Mercosur.

 

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