La ANMAT le abrió los brazos a una nueva categoría de productos que quedaron bajo su regulación. Se trata de los anteojos para sol que siempre se constituyeron en eje de controversias en función de las masivas partidas de productos importados que llegan a la Argentina y que se comercializan en los más diversificados canales de venta.
Hasta la semana pasada los anteojos para sol estaban en el limbo. No existía en la Argentina ninguna normativa que controlara los standards de manufactura así como los requisitos que deben cumplimentar este tipo de productos. Ver Dispo.
Así, y a través de la disposición 562, el organismo estableció que aquellas empresas fabricantes o importadoras de anteojos para sol deberán inscribirse ante la ANMAT. Al tiempo que la agencia regulatoria subrayó que dicho tipo de firmas tendrán que funcionar «bajo la dirección técnica de un profesional matriculado con incumbencias que lo habiliten para llevar a cabo tales actividades.».
La dispo que entró en vigencia desde esta semana también consignó el precio de los aranceles que deberán abonar las compañías. Por caso, las sociedades que requieran tramitar la inscripción de anteojos para sol importados tendrán que desembolsar $4.450; mientras que para productos nacionales el monto será de $3.250.
Los productos estarán enrolados bajo la Dirección Nacional de Productos Médicos por medio de la «Dirección de Evaluación e Investigación de Productos No Clasificados y/o Innovadores». Asimismo, la disposición aclara que quedan exceptuados «los equipos de protección del ojo contra la radiación de fuentes de luz artificial, tales como las de los solariums; las gafas de esquí u otro tipo de protectores oculares usados en actividades deportivas; y los anteojos para sol y filtros prescritos médicamente.
Las firmas de este rubro están enroladas en la Cámara argentina de Industrias Ópticas y afines –CADIOA-; y en la Cámara argentina de Productos y Desarrollos para la Visión –CAPDEV-, entre otras entidades. Ver sitio CADIOA
