El segmento de la diabetes se constituye como un mercado híper competitivo tanto a nivel global como local. Y ahora en la Argentina, se sumó una nueva insulina glargina biosimilar. Se trata de Densulent, del laboratorio nacional Denver Farma, que toma como referencia a Lantus, de la francesa Sanofi. Al momento, la firma lleva invertidos u$s 22 millones.

Las insulinas siempre estuvieron en el ojo de la tormenta. En la Argentina quedaron en el centro de la escena luego de que la norteamericana Eli Lilly le pegara su primer portazo al país en la década del ’80.

Fue desde ese entonces que el laboratorio nacional Beta quiso tener su propia insulina made in Argentina, pero a lo largo de los años ese proyecto quedó trunco. De hecho, el laboratorio propiedad de la familia Zidar le bajó la persiana a esta iniciativa en el 2014 cuando la firma le puso punto final a su planta de Cañada Rosquín, ubicada en la provincia de Santa Fe, donde se originaba su insulina de origen bovino y porcino. Ver artículo «Beta: chau a insulinas»

El mercado de las insulinas atraviesa un momento complejo respecto de las presiones por los niveles de precios en el espectro de la seguridad social. El PAMI, de hecho, las compra a un precio -60% que los precios de lista. Esta fue la principal razón que determinó a los norteamericanos Eli Lilly a bajarse del PAMI como medida previa a su retiro definitivo del país.

En aquel momento, fue el nacional Denver Farma, propiedad de las familias Tombazzi y Rossi, quien recogió el guante y absorbió la operación -y con ello la investigación realizada entre Beta y el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), dependiente de la UBA y el CONICET. De esa forma, Denver se convirtió en el único laboratorio nacional que quedó tallando en el segmento. Para dicho proyecto la compañía, años más tarde -en el 2017- montó una planta a todo trapo que le implicó una inversión de más de u$s 12 millones. El corte oficial de cintas fue realizado en un evento en el que participaron diferentes autoridades del gobierno. Ver artículo «Denver cortó cintas: planta Bio»

Ahora, cuatro años después, la empresa logró poner en el mercado su insulina glargina Densulent, la primera en ser formulada a nivel local y que es manufacturada en la planta que la división Denver Bio tiene en Garín. Ver sitio Densulent.

Densulent toma como referencia a la insulina glargina Lantus, un análogo lento que lleva el sello de la francesa Sanofi. El producto indicado para diabetes tipo 1 y 2 se presenta en estuches de cinco lapiceras prellenadas descartables Densupen. Denver en realidad ya tenía una insulina humana lanzada en el 2007 y que fuera bautizada como Densulin. Ahora con este nuevo lanzamiento, Denver sale a competir en el rango de las insulinas de acción lenta y de nueva generación.

La marca le dará pelea además a Basaglar, un bioequivalente de Eli Lilly. Aunque, la misma quedó a mitad de año bajo el paraguas de los nacionales de Raffo, luego de que la multi norteamericana cerrara su operación en la Argentina y con ello se bajara también del convenio que mantenía con el PAMI para proveerle insulinas, en función de la enorme brecha entre lo que se conoce como el Precio de Venta PAMI y los precios de venta al público. Ver «Game over para Eli Lilly, Argentina»Ver «Lilly se baja del PAMI, insulinas».

La nueva insulina tendrá enfrente también a otras insulinas glarginas: Toujeo, de Sanofi; y Optisulin, del nacional Montpellier, la que surge como un acuerdo de co-marketing con el grupo francés. En el segmento de las insulinas de acción lenta además figuran Tresiba y Levemir, de la danesa Novo Nordisk, aunque basadas en otros activos. Ver artículo «Diabetes: Boom y tendencia»

Este producto, sin embargo, no es el que resulta del proyecto de investigación iniciado en el ámbito del CONICET. Para que el mismo se materialice todavía faltan algunos pasos regulatorios.

La nueva insulina de Denver llega en un momento crítico para el mercado de las insulinas, que en la Argentina tiene un tamaño de $45.000 millones (u$s 424.7 millones) anuales, según IQVIA. La principal dificultad que debe enfrentar es el hecho de que el PAMI paga un -60% que el precio oficial de vademecum. Este «precio de ganga» fue el que determinó que la norteamericana Eli Lilly se bajara de la mayor obra social del continente como paso previo a retirarse de la Argentina. Y aunque, el PAMI resulta ser el principal comprador no es el único. Por caso, el PRODIABA, un programa que se inscribe bajo el gobierno de la Provincia de Buenos Aires también compra grandes volúmenes. Aunque -detalles del sistema de seguridad social de la Argentina– por caso, quedó sin cancelarse una mega deuda derivada del último trimestre de la presidencia de Mauricio Macri. Ver sitio Prodiaba

u$s 1 = $105,94 (Cotización BCRA al jue 18/11/2021)

Game over para Eli Lilly, Argentina

Diabetes: boom y tendencia

Insulinas: se lanza una biosimilar argentina. #DenverFarma #Biosimilar #Insulinas #Glargina #Diabetes #Laboratorio #Lanzamiento #Farma #Pharmabiz

 

 

 

Artículo anteriorGenomma: deal con Oramed, COVID-19
Artículo siguienteCámaras de farma: posición sobre ley de envases
Cristina Kroll
Fundadora y Directora [email protected]

DEJA UNA RESPUESTA

Escriba su comentario
Ingrese su nombre