Los termómetros infrarrojos se convirtieron en la nueva vedette de esta pandemia del COVID-19. Durante este mayo no hay este tipo de productos en stock en droguerías. Surgen a su vez empresas fantasmas que ofrecen mercadería creando confusión y desconfianza en el mercado.

La crisis del coronavirus obligó a poner en caja a una variada gama de productos de tecnología médica que resultan claves en esta época de pandemia del COVID-19. Ver comunicado.

Es así que ahora la ANMAT se expidió sobre una clase de dispositivos que se convirtió en un boom: los termómetros infrarrojos que se utilizan en ámbitos industriales, de seguridad y de transporte.

Sobre éstos, ayer la agencia regulatoria fijó posición y aclaró que no requieren de la aprobación desde sus oficinas por no encuadrarse en la definición de producto médico. Se trata justamente de los instalados en controles de tránsito, ingresos a empresas o estaciones de tren y aeropuertos.

El criterio de la ANMAT fue en línea con el de la FDA que en abril publicó un informe que lo contextualiza en la “emergencia de salud”. El organismo norteamericano definió una guía para el uso de termómetros electrónicos clínicos, así como el alcance de los sistemas teletermográficos durante esta pandemia del COVID-19. Ver guía termómetrosVer guía sistemas. A su vez, ayer dividió las aguas sobre un fenómeno que también llegó a la Argentina.

Además de los termómetros de uso médico surgieron las cámaras termográficas que se están instalando paulatinamente en aeropuertosempresas y grandes superficies. Este tipo de productos no requiere de la aprobación de la ANMAT al igual que los infrarrojos de uso industrial.

El regulador de los Estados Unidos dijo que está tomando el toro por las astas frente a la aparición de compañías e individuos que venden productos médicos no aprobados y que afirman fraudulentamente prevenir, tratar, diagnosticar o curar el coronavirus. Por caso, consignó que ya lleva emitidas 42 cartas de advertencia a diferentes tipos de empresas. Ver press release

Y este comportamiento también está teniendo lugar en la Argentina. El contexto generó un caldo de cultivo para que «compañías fantasmas» intenten vender mercadería mediante plataformas de e-commerce y de redes sociales. Esto responde al hecho de que, según pudo saber Pharmabiz, en las droguerías de sólida reputación en el mercado no hay stock de termómetros infrarrojos de uso clínico, los que sí son regulados por la ANMAT. Es así que afloran los outsiders que intentan entrar en la carrera.

En la Argentina son varias las compañías que comercializan termómetros infrarrojos de uso clínico, aunque no hay stocks disponibles. En el listado aparecen, por caso, la nacional Newsan que representa en el país los devices de la alemana Braun; y la local Franklin -Termómetros Argentinos-. También participa Aspen, propiedad de la italiana Tenacta, la dueña de las planchitas Bellissima. Figura Silfab, propiedad de las familias Silvestrin y Fabris, a la vez que ya son varios los jugadores de otros rubros que están explorando el ingreso de este tipo de productos al país. Por caso, la firma local Microbell.

En este contexto cabe destacar además a las cámaras termográficas, las que el gobierno instaló por caso en espacios de gran circulación de personas como estaciones de trasbordo y aeropuertos, y que no son reguladas por la ANMAT. Las mismas miden la radiación térmica que emite el cuerpo y en el país resaltan Huawei; y Stym; entre otras compañías.

Termómetros: un mapa en COVID-19

Los termómetros y cámaras termográficas en el centro de la pandemia. Leé el informe. #Termómetros #Infrarrojos #ANMAT #FDA #Informe #Pharmabiz

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