En el 2017 varias compañías se relocalizaron en el país. Por caso, Novo Nordisk inauguró su nuevo búnker corporativo en Vicente López. El mismo partido eligieron los nacionales de IMVI, que desembolsaron u$s 600 mil para instalarse en un edificio propio de 500m2.

Durante el año que cerró varias compañías de Farma embalaron sus escritorios y relocalizaron sus filiales en el país.

Tal fue el caso de la danesa Novo Nordisk que cortó las cintas de su nueva headquarter en Vicente López, sobre Avenida del Libertador al 300. Allí la multi unificó sus antiguas sedes de Olivos y Martínez en un mismo edificio, e integró al team de casi 150 colaboradores bajo la batuta de Carlos OtheguyVer artículo.

En tanto, el francés Pierre Fabre, capitaneado por Serge Bouteleau, dejó atrás su histórica sede ubicada sobre la calle Marcelo T. de Alvear. Aunque no se mudó muy lejos. Su equipo se trasladó a las nuevas oficinas en Puerto Madero, situadas en Bouchard al 700, en un edificio propiedad del empresario Eduardo Elsztain y a unas 10 cuadras de distancia de su filial anterior. Ver artículo.

Los franceses de Pierre Fabre dejaron su histórica sede sobre la calle Marcelo T. de Alvear y se trasladaron a Puerto Madero. Más tarde, el nacional Richmond se mudó tan sólo a una cuadra de distancia, y se instaló en tres de los seis pisos que ocupaba el banco HSBC en la Torre Fortabat.

Dos meses más tarde, el nacional Richmond, desembarcó en Puerto Madero y quedó ubicado en el mismo radio que Pierre Fabre. El staff del laboratorio, capitaneado por Marcelo Figueiras, se instaló en tres de los seis pisos que ocupaba el banco HSBC, en la Torre Fortabat, y a tan sólo una cuadra del laboratorio francés. Ver artículo.

En el 2017 el grupo latino Biotoscana tuvo mudanza por partida doble. La compañía se relocalizó a un edificio customizado de más de 1000 m2, en el partido de San Isidro. Allí integró también al equipo del laboratorio LKM, que pertenece al grupo hoy comandado por Eduardo Epstein, y que se sumó desde sus ex oficinas ubicadas a tan sólo 10 cuadras. Más tarde Biotoscana adquirió al laboratorio argentino DOSA, que por ahora no se incorporará a la central. Ver artículo.

Los latinos de Biotoscana tuvieron mudanza por partida doble. Se instalaron en el partido de San Isidro, e integraron también al equipo del laboratorio LKM. Más tarde adquirieron al nacional DOSA, que por ahora no se incorporará a la central.

Otra empresa que se asentó en San Isidro fue la danesa Lundbeck. Bajo la batuta de Pablo Salvagni, la firma mudó su sede corporativa a una cuadra de su anterior locación. El dato de color en este caso es que se trata del mismo edificio en el que la multi se desempeñó cuando se inició en el país, en el año 2001. Ver artículo.

El laboratorio nacional IMVI, propiedad de la familia Torres Moreno, siguió la ruta de otras compañías y trasladó sus oficinas del barrio porteño de Belgrano al partido de Vicente López. Aunque a contracorriente del resto, la empresa enfocada en productos de venta libre, se instaló en un edificio propio de 500m2 y que implicó una inversión cercana a los u$s 600 mil. Ver artículo.

La firma BDEV, conocida en el mercado por su sistema de trazabilidad Verifarma, también fue de la partida. La empresa se mudó desde el barrio porteño de Núñez hacia Vicente López. El objetivo principal del cambio fue duplicar sus instalaciones para hacerle frente a la demanda de los mercados externos. Ver artículo.

Artículo anteriorLaboratorio Lemax, otra vez clausura
Artículo siguienteCOFEPRIS: recertificada por OPS

DEJA UNA RESPUESTA

Escriba su comentario
Ingrese su nombre