Tras un 2020 en el que los aumentos de las prepagas se debieron poner en stand by, la cuerda del sistema se tensó en este 2021 de escalada inflacionaria. Ahora se recalentó el conflicto luego de que los prestadores informaran que se cobrará un copago del 9% a partir de enero.

Los rounds entre las empresas de medicina prepaga y el gobierno todavía no terminaron en este 2021. Después de la Navidad, en la última semana del año, la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) informó que a partir de enero se cobrará un copago del 9%.

Según la entidad, el monto se aplicará sobre el valor de cada prestación médica a los pacientes como consecuencia de la «crítica situación financiera que se agrava año tras año».

Durante el año pasado las empresas se vieron vedadas de aumentar sus cuotas, y recién en julio del 2021 el Ministerio de Salud resolvió, a través de la resolución n° 2125, que se apliquen subas escalonadas, del 9% cada una, desde agosto hasta este enero. Previamente, en el 2021 hubo un alza del 3.5% en marzo; de un 4.5% en abril y de un 5.5% en mayo. De esta manera, el aumento acumulado fue del 47,77%. Ver artículo Prepagas: luz verde para aumentos.

En este contexto, la FAPS recibió comunicaciones en las que las entidades que representan a las principales empresas de medicina prepaga y obras sociales de dirección del país afirman que, debido a razones económicas, no podrán hacer efectivo el aumento del valor de las prestaciones previsto para enero de 2022. Así, se implementará este cobro extra a fin de buscar alternativas para financiar el pago de las obligaciones. A su vez, desde la federación avisaron que, a medida que el resto de los financiadores del sistema -obras sociales sindicales y provinciales- no actualicen los importes, se implementará el cobro del copago a sus afiliados.

Una vez más, el reclamo está puesto en el aumento de los costos operativos y la cobertura de nuevos tratamientos. En junio la Unión Argentina de Salud salió con los tapones de punta para alertar sobre las prestaciones que se siguen incorporando al Programa Médico Obligatorio (PMO), lo que genera un desfasaje frente a la inflación y los ingresos que tensiona el sistema. Ver artículo «Prepagas con los tapones de punta: PMO y más».

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